Sarro y tabaco, ¿qué relación tienen?

Índice de contenidos

Los pacientes fumadores son más propensos a diversos problemas dentales ya que exponen sus dientes frecuentemente a elementos tóxicos, a tinciones y a temperaturas muy elevadas.

¿Cómo afecta el tabaco a la salud bucodental?

La mayoría de fumadores no son 100% conscientes del estado de sus encías dado que los vasos sanguíneos de la encía se han ido «cauterizando» debido a ese hábito. Su boca entra en contacto constante y diario con temperaturas que hacen que el sangrado gingival se minimice y por lo tanto esa señal de alarma natural de nuestras encías queda silenciada. Es habitual que un paciente fumador con enfermedad periodontal no haya notado que sus encias sangran al cepillarse.

Además de ello, la nicotina produce una tinción alrededor de los dientes que da un aspecto sucio a pesar de que el paciente se cepille con frecuencia. Cada vez que encendemos un cigarro entramos en contacto nuevamente con la nicotina y por tanto lo ideal sería cepillarnos después de cada cigarrillo, aunque no es habitual que el paciente lo haga.

Esta mancha, al igual que las de vino o las de clorehidina, desaparecen mediante una limpieza profesional. Eso no significa que sea adecuado aumentar la frecuencia de las limpiezas sino que lo ideal sería disminuir los cigarros o mejorar la higiene en casa.

La causa de la aparición del sarro

En cuanto al sarro, estos depósitos se producen en la boca de manera natural en todos los pacientes. Dependiendo del tipo de saliva del paciente y de su higiene se producirán acúmulos en mayor o menor medida. Es decir, que efectivamente el hábito de fumar puede aumentar la presencia de sarro en la boca, ya que sus componentes se sedimentan igual que las sales minerales de nuestra saliva; sin embargo no es un factor esencial en la formación del mismo.

¿Cómo evitar el sarro?

El sarro no puede evitarse completamente, pero si puede minimizarse. Su higienista puede enseñarle técnicas de cepillado y accesorios que le ayudaran en su día a día a evitarlo. Normalmente se hace de manera personalizada, de modo que no todos los pacientes necesitarán siempre las mismas herramientas, ni siquiera una técnica de cepillado específica si la suya resulta eficaz.

La manera de personalizar estos consejos es mediante limpiezas profesionales bianuales. Es habitual oír que el dentista debe visitarse al menos una vez al año, y es cierto, pero lo ideal es que realicen limpiezas dentales cada 6 meses para prevenir cualquier problema periodotal. Si no fuera posible, al menos una vez es lo mínimo que se requiere.

A través de estas limpiezas su higienista puede orientarle sobre lo que su boca necesita y en las sucesivas visitas comprobaremos si mejoramos nuestros puntos débiles.

Aumentar la frecuencia de las limpiezas no es siempre la solución

Debido a nuestro ajetreado modo de vida, muchos pacientes nos preguntan si no sería mejor aumentar la frecuencia de las limpiezas en la consulta en lugar de verse obligados a cambiar sus hábitos diarios. Normalmente no es la situación ideal. Aunque es cierto que el ultrasonido no perjudica en ningún momento nuestros dientes, si que puede facilitar la tendencia a la sensibilidad y acabar convirtiéndose en un proceso molesto.

Nuestros dientes tienen unos conductos microscópicos que conectan con la pulpa sensible de nuestro diente y la constante limpieza de estos puede provocar que comencemos a sentir esa sensibilidad. No le sucede a todos los pacientes ni en la misma medida, pero una vez que se presenta puede ser bastante incómoda de controlar.

Se puede dar el caso en que el dentista considere que generamos una cantidad de sarro alta y que sí que necesitamos menos tiempo entre las limpiezas, la barrera que se crea entre el sarro y esos conductos realmente tiene una consistencia que hace que siempre se incida sobre el sarro y no sobre el propio diente. En estos casos es muy poco probable que aparezca esa sensibilidad, sin embargo no son muchos los casos que necesitan tanta frecuencia, en la mayoría de los pacientes basta con una mejora en su día a día.

 

 

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio