Enfermedad periodontal…periodontitis…píorrea…

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La enfermedad periodontal es la enfermedad que más seres humanos padecen en el mundo. Es posible que usted la conozca por piorrea o periodontitis. Esta enfermedad afecta tanto a las encías como al hueso que mantiene el diente en nuestra boca. Dado que no provoca ninguna incapacidad a la persona que la padece (algunas molestias en momentos dados o alguna infección en casos determinados) no se le suele dar la importancia que merece y muchas veces se asume que los dientes se caerán tarde o temprano sin remedio. Sin embargo eso no tiene por qué ser así.

QUÉ ES LA ENFERMEDAD PERIODONTAL

Esta enfermedad es crónica, es decir, no vamos a poder erradicarla; pero podemos mantener bajo control las bacterias que activan la enfermedad. Debido a la acumulación de sarro se genera un desequilibrio de las bacterias en nuestra boca. Si tenemos mayor cantidad de sarro será más fácil para las bacterias dañinas proliferar y mantener nuestras encías inflamadas. La inflamación constante provoca que el hueso alrededor del diente comience a retroceder para  protegerse de esa infección y así, muy poco a poco, nuestro diente comienza a quedarse cada vez menos sujeto.

Este proceso normalmente conlleva muchos años y no es hasta que se pierde una determinada cantidad de hueso que el paciente comienza a notar que sus dientes se mueven. Hay señales de alarma como el sangrado constante o la coloración rojiza de la encía. También vamos notando que nuestros dientes con el tiempo «se ven más grandes» o pareciera que se van a salir de su sitio.

¿Y NO VOY A PERDER MIS DIENTES?

No necesariamente. Que se padezca este problema no es una condena a perder todos los dientes. Existen casos en que se diagnostica en un estado demasiado avanzado o incluso que para garantizar un tratamiento de mayor calidad se aconseje la extracción de algunos dientes, pero en un paciente en estadíos iniciales y colaborador (que siga los consejos del profesional) se pueden mantener si no todos, la mayoría de los dientes.

Recuerde que la enfermedad depende de los acúmulos de sarro para atacar, de modo que minimizando ese sarro se puede mantener bajo control el problema. Para tratarla primero se tiene que limpiar todo el sarro acumulado durante años bajo las encías. Como las encías están inflamadas estas limpiezas suelen necesitar un tiempo intermedio que permita repasar la zona y asegurarnos de que no queda nada en lo más profundo. Luego se limpia cada diente con una cureta, un instrumento manual que nos permite llegar a prácticamente toda la superficie del diente. Todo el proceso puede realizarse con anestesia si el paciente lo desea pero en la mayoría de los casos no es necesario dado que se hace muy poco a poco.

EL PACIENTE ES LA CLAVE

Una vez realizado el tratamiento todo depende del paciente. En la consulta le daremos unas instrucciones de higiene en casa pero también es necesario seguir acudiendo al dentista cada 6 mese para la limpieza de mantenimiento. En caso de que en las limpiezas comprobáramos que necesita algún repaso o que hay alguna zona que necesita especial cuidado recordaremos al paciente dónde o cómo debe de tratar esa zona. Si el paciente no colabora o no le da importancia a los consejos que le damos lo normal es que no consigamos grandes resultados, por eso siempre será usted la clave de su éxito.

Si tiene dudas sobre el estado periodontal de su boca no dude en consultarnos, asegure su sonrisa para toda la vida. Su boca se lo merece.

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