Obturaciones de amalgama ¿Hay que cambiarlas?

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Actualmente se está haciendo muy popular la tendencia de cambiar nuestros hábitos de vida y alimentación para optar por opciones lo más naturales posibles. Los alimentos orgánicos y las opciones médicas menos invasivas se están convirtiendo en las preferencias de muchos de nuestros pacientes, de modo que surge la duda, ¿por qué no deshacernos también de los metales en la boca?

Los materiales dentales también están evolucionando en esta dirección. Las coronas y puentes convencionales se fabrican cada vez menos en metal (oro o aleaciones) y se usa cada vez más el zirconio, que es blanco y traslúcido,además de altamente biocompatible.

QUIERO ELIMINAR LOS EMPASTES DE AMALGAMA

El cambio de las obturaciones (empastes) de amalgama ( plata) conlleva un riesgo que el paciente debe sopesar. Cuando se cambia cualquier obturación se debe llegar a tejido sano, eso quiere decir que es necesario hacer «un agujero más grande» y por lo tanto más posibilidades de:

  • sufrir sensibilidad temporal en ese diente (que puede ser más o menos intensa dependiendo del paciente).
  • sufrir sensibilidad de manera irreversible.
  • llegar a la cámara pulpar (nervio).

La sensibilidad temporal puede no desaparecer al 100% y molestarnos en momentos de estrés, cuando tengamos algo de gingivitis o al tomar helados y bebidas frías. En caso de ser irreversible o llegar al nervio se vuelve obligatorio realizar una endodoncia (matar el nervio) para asegurar la permanencia de la pieza en la boca sin molestias para el paciente. Esto significa que podemos encontrar alguna pieza cuya reparación requiera un coste inesperado y que el diente esté más «tocado» de cara al futuro.

¿ES MEJOR NO TOCARLOS?

Todo dependerá de las circunstancias del paciente. Si una obturación se encuentra en buen estado y no provoca ninguna molestia, nuestro consejo será siempre no volver a trabajar el diente hasta que sea necesario, llegará un momento en que también necesite una reparación. No es necesario precipitarse por una cuestión meramente estética ya que un empaste tiene una vida limitada. Conseguir que el siguiente trabajo en la pieza quede tan bien como el primero no siempre es fácil. Sin embargo algunos pacientes nos han pedido el cambio debido a tratamientos homeopáticos (para mejorar dolores de cabeza u otros problemas que no han mejorado con medicina convencional) y han obtenido buenos resultados. En otros casos no ha habido cambio en absoluto. De cualquier modo se puede trabajar con estructuras e implantes de zirconio para los pacientes que no desean tener metales en el cuerpo y actualmente los empastes se realizan con composite para evitar también el antiestético color de las amalgamas.

Para resolver sus dudas lo más aconsejable es estudiar el caso de manera particular. No dude en ponerse en contacto con nosotros y sacar todo el partido a su sonrisa. Su boca se lo merece

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